EL SISTEMA ESCOLAR PÚBLICO DE LOS ESTADOS UNIDOS (SIGLO XIX).
Para entrar en materia es necesario dejar en claro el punto de partida, es decir, hay que aclarar que hasta antes de que una serie de factores se hicieran presentes e influyeran decisivamente en las reformas educativas posteriores, en Estados Unidos existían escasas escuelas elementales (o rudimentarias) esparcidas sobre todo por las comunidades, por lo que la educación era eminentemente rural todavía a inicios del siglo XIX.
El denominado “control comunitario” es el que regía la vida de las escuelas y maestros, se trataba de planteles de una solo aula, cuyos alumnos no estaban organizados por grados y sus edades eran muy heterogéneas, además se utilizaba en ellas el sistema de monitores; esa aula era el centro de la vida de la gente, un espacio político, social, económico, religioso y todo lo que la comunidad requiriera, en términos más concretos se dice que la escuela era de y para la comunidad, los habitantes eran los que decidían todo con respecto a ella (ubicación, maestra, tipo de instrucción). Además, no era obligatoria, sino de asistencia voluntaria y ocasional (definida la asistencia según las ocupaciones y hábitos de la vida comunitaria), el currículum como ya se ha bosquejado, era “libresco” no formal y lo definían en su mayor parte los habitantes, ni siquiera el maestro quien se encontraba subordinado a éstos en situación muy insegura y desventajosa, y peor aún, sin un tipo especial de preparación ni estudios para tal comisión.
Así pues, llegó el momento en el que todo estalló y los iniciadores de una nueva escuela tenían como estandarte la firme convicción de que una instrucción controlada por la gente ignorante del campo (que no sabía distinguir entre lo bueno y lo malo para sí mismos) no podía aspirar a formar hombres preparados para enfrentar la demandante vida económica y así mejorar sus condiciones de vida. Era necesaria una profesionalización docente, una formalización del currículo y de los métodos de enseñanza, así como el establecimiento de una supervisión escolar.
De esta forma es como para la segunda mitad y finales del siglo XIX, en Estados Unidos emergieron los llamados SISTEMAS EDUCATIVOS PÚBLICOS:
-Obligatorios.
-Gratuitos.
-Eficazmente articulados.
-Organizados en grados según las edades de los estudiantes.
-Conformados por grupos de instituciones formales, sistemáticamente estructuradas.
-Administrados por expertos de tiempo completo.
-Atendidos por personal calificado.
-Cuyo papel era: Ser el agente socializador, promotor del desarrollo económico y el orden social.
Pero para que dichos rasgos le fueran atribuidos y mejor aún, para que éstos fueran considerados como verdaderos sistemas educativos, el camino recorrido no fue nada fácil, ya que estuvo permeado por toda clase de factores: sociales, culturales, políticos y económicos que a continuación repasaremos. Primero que nada, se puede decir que el obstáculo original fue la ausencia de una idea clara de lo que significaría una educación pública, ya que si bien dicha acción llegó a ser apoyada por el Estado desde siglos atrás, el tiempo de definir las responsabilidades y atribuciones del gobierno para con la educación del pueblo no era tema de discusión. Ya para los albores del siglo XIX, fueron cinco los sucesos que se confabularon para hacer tangible la necesidad de una educación renovada en sus principios básicos.
Antes de comenzar propiamente con el desarrollo del tema, considero necesario hacer explícita la delimitación de éste, puesto que en este nuevo texto, me remitiré a hablar del contexto, los rasgos o características, el modelo y la estructura general de la escuela-educación que se gestó durante el siglo XIX en los Estados Unidos. Así pues, se hace necesario mencionar todos los aspectos que ello conlleva con el objetivo de lograr un mejor abordaje del tema.
Para entrar en materia es necesario dejar en claro el punto de partida, es decir, hay que aclarar que hasta antes de que una serie de factores se hicieran presentes e influyeran decisivamente en las reformas educativas posteriores, en Estados Unidos existían escasas escuelas elementales (o rudimentarias) esparcidas sobre todo por las comunidades, por lo que la educación era eminentemente rural todavía a inicios del siglo XIX.
El denominado “control comunitario” es el que regía la vida de las escuelas y maestros, se trataba de planteles de una solo aula, cuyos alumnos no estaban organizados por grados y sus edades eran muy heterogéneas, además se utilizaba en ellas el sistema de monitores; esa aula era el centro de la vida de la gente, un espacio político, social, económico, religioso y todo lo que la comunidad requiriera, en términos más concretos se dice que la escuela era de y para la comunidad, los habitantes eran los que decidían todo con respecto a ella (ubicación, maestra, tipo de instrucción). Además, no era obligatoria, sino de asistencia voluntaria y ocasional (definida la asistencia según las ocupaciones y hábitos de la vida comunitaria), el currículum como ya se ha bosquejado, era “libresco” no formal y lo definían en su mayor parte los habitantes, ni siquiera el maestro quien se encontraba subordinado a éstos en situación muy insegura y desventajosa, y peor aún, sin un tipo especial de preparación ni estudios para tal comisión.
Así pues, llegó el momento en el que todo estalló y los iniciadores de una nueva escuela tenían como estandarte la firme convicción de que una instrucción controlada por la gente ignorante del campo (que no sabía distinguir entre lo bueno y lo malo para sí mismos) no podía aspirar a formar hombres preparados para enfrentar la demandante vida económica y así mejorar sus condiciones de vida. Era necesaria una profesionalización docente, una formalización del currículo y de los métodos de enseñanza, así como el establecimiento de una supervisión escolar.
De esta forma es como para la segunda mitad y finales del siglo XIX, en Estados Unidos emergieron los llamados SISTEMAS EDUCATIVOS PÚBLICOS:
-Obligatorios.
-Gratuitos.
-Eficazmente articulados.
-Organizados en grados según las edades de los estudiantes.
-Conformados por grupos de instituciones formales, sistemáticamente estructuradas.
-Administrados por expertos de tiempo completo.
-Atendidos por personal calificado.
-Cuyo papel era: Ser el agente socializador, promotor del desarrollo económico y el orden social.
Pero para que dichos rasgos le fueran atribuidos y mejor aún, para que éstos fueran considerados como verdaderos sistemas educativos, el camino recorrido no fue nada fácil, ya que estuvo permeado por toda clase de factores: sociales, culturales, políticos y económicos que a continuación repasaremos. Primero que nada, se puede decir que el obstáculo original fue la ausencia de una idea clara de lo que significaría una educación pública, ya que si bien dicha acción llegó a ser apoyada por el Estado desde siglos atrás, el tiempo de definir las responsabilidades y atribuciones del gobierno para con la educación del pueblo no era tema de discusión. Ya para los albores del siglo XIX, fueron cinco los sucesos que se confabularon para hacer tangible la necesidad de una educación renovada en sus principios básicos.
El primero de ellos es la política democrática, que consistió esencialmente en el derecho al voto que obtuvieron los hombres de raza blanca del país (el cual más tarde los llevaría a vislumbrar la posibilidad de obtener respuesta a sus demandas sociales), así como la nueva organización de la vida política mediante la incipiente formación de partidos políticos y la dinámica participación de aspirantes y ciudadanos. Después de este fenómeno, tenemos a la urbanización, la industrialización y la formación de una clase trabajadora, todos que inevitablemente vinieron a cambiar de manera radical la estructura y las prioridades de la sociedad (una de ellas sería la educación).
Como tercer lugar se encuentra el nuevo papel que adquirió el Estado (después de la mitad del siglo) en cuanto a los programas de bienestar social se refiere, aunque en un principio sólo se despertó el interés por parte de grupos de asistencia particular (filantrópicos), tiempo después, ellos mismos fueron quienes reclamaron al Estado el que se hiciera cargo de asegurar el bienestar social, disminuyendo la pobreza, la inseguridad, el hambre, la enfermedad y la criminalidad. Precisamente una propuesta que se considera como antecedente de los sistemas educativos públicos instaurados al final, se desarrolló en torno a este tema, puesto que la llamada burocracia incipiente fue la que sostuvo como propuesta que la educación formaba parte de este bienestar social que el gobierno debía asegurar a todos los ciudadanos, especificando que el financiamiento para ella, vendría directamente de los impuestos recaudados, así como también, contemplaron en la idea de que la instrucción estuviera controlada por expertos. No hay que olvidar que es a partir de este debate sostenido como surgió el Estado institucional como lo conocemos hoy en día.
Siguiendo con los acontecimientos que se dieron paso a la nueva organización de la educación en los Estados Unidos, tenemos ahora la invención de instituciones como soluciones a los problemas sociales y la redefinición de la familia que estuvieron íntimamente relacionadas. La idea central de los defensores de la primera propuesta afirmaba que las instituciones se convertirían en familias sustitutas para los beneficiarios (entre ellos los alumnos), ya que harían todo lo posible porque éstas recrearan las condiciones de toda unidad familiar, al rehabilitar y educar, pero llevar a cabo tal propuesta de manera literal fue prácticamente imposible, ya que no se podría nunca sustituir a la familia; lo que sí hubo fueron cambios en la estructura y las relaciones familiares, el más importante se dio por la separación del hogar con el lugar de trabajo.
Pues bien, ya repasados estos cinco hechos con los que la redefinición de la educación fue surgiendo como una necesidad, puesto que los cambios socioeconómicos que se dieron en pleno siglo XIX así lo exigieron, es imposible dejar de mencionar un hecho que también le dio una caracterización diferente al sistema educativo público que se avecinaba cada vez más, me refiero a la feminización de la educación, puesto que la mujer adquirió un papel crucial dentro de la familia, la sociedad y por ende, del ámbito educativo; de manera concreta este hecho consistió en el control que ejercieron las mujeres de la educación, desplazando con esto a los hombres, todo ello motivado por la fuerte convicción de que ellas son las “guardianas morales y salvadoras espirituales” de la sociedad. Podemos darnos cuenta entonces de cómo el factor cultural es lo que también influyó decisivamente en la conformación de la instrucción en Estados Unidos; de manera paralela a esta hecho, se experimentó un crecimiento en la demanda de educación (debido a la ascendente inmigración y población), incluso llegó a superar a la oferta, por lo que se tuvo que hacer más accesible el ingreso a la escuela y se alargó el año escolar, pero algo curioso es que la feminización educativa llegó a convertirse en la solución perfecta y aliciente para las autoridades educativas quienes no resintieron como se esperaría, la inversión hecha para mejorar la oferta, puesto que el salario percibido por las mujeres representaba sólo la mitad del que otorgaron en su momento, a los hombres.
En otro momento comenté la influencia decisiva que tiene la estructura económica dentro de los fines, muchas veces subyacentes, de la educación que se ofrece a la sociedad, y el caso de Estados Unidos no fue la excepción, puesto que el modelo económico emergente en ese tiempo fue el capitalismo, en el cual la fuerza de trabajo es la principal mercancía, y fue precisamente esta característica la que llevó a la creación de instituciones nuevas, entre ellas las educativas, por eso es que se afirma que la educación pública nació junto con una clase trabajadora al servicio de los capitalistas. Estos nuevos centros tuvieron como misión central la formación de una conciencia y hábitos coherentes con el modelo económico mencionado (fomentaron la tendencia al orden, la racionalidad, la disciplina y especialización en el trabajo.), y sobre todo, sirvieron como trampolín para la obtención de la fuerza de trabajo necesaria para consolidar al capitalismo.
Como ya lo adelantaba en un principio, el factor político que representó el derecho al voto universal otorgado a los blancos estadounidenses dio paso a que estos pudieran hacer valer sus derechos y formular exigencias hacia el gobierno, la que nos interesa es perfectamente clara y consistió en la petición de una “instrucción común y masiva bajo auspicio público”, es interesante darnos cuenta de cómo fueron los mismos ciudadanos, los trabajadores, los que se dieron cuenta de las atribuciones que le debían concernir al Estado, como encargado de asegurar una educación común a todos la sociedad pero siempre claramente delimitada. Dentro de este mismo contexto, tenemos otra característica más de los sistemas educativos, que en su momento resaltó, me refiero al papel que le fue asignado a las escuelas como promotoras de la democracia, como mediadoras entre ésta y la inequidad que se vivía, y lo logró mediante el llamado “sistema de instrucción para todos” a través del cual el gobierno se comprometió a educar a todos los niños en el nivel primaria, convirtiéndose ésta, en la política pública más sobresaliente de los inicios del siglo XIX.
Uno de los mecanismos que utilizaba la escuela en las ciudades desde sus inicios, fue el sistema de monitores, ampliamente conocido y que muchas escuelas hoy en día (sobre todo las multigrado) ponen en práctica, este aspecto fue cuestionado en los años 30´s y 40´s, ya que asociaba a las escuelas públicas con términos como pobreza y austeridad; pero no sólo estos rasgos educativos fueron puestos en tela de juicio para ser reformados, sino que también pasó lo mismo con las iniciativas de centralizar la educación al cederle el poder a juntas estatales de educación y de preparar a los maestros en escuelas normales estatales. En definitiva, durante este tiempo se comenzaron a realizar los primeros intentos por delimitar los fines de la educación dentro de la sociedad, al afirmar que ésta atacaba problemas como:
-El crimen urbano y la pobreza.
-La heterogeneidad cultural.
-La necesidad de entrenar y disciplinar a una fuerza de trabajo urbana e industrial.
-Las crisis de la juventud en las ciudades del XIX.
-La preocupación paterna por los hijos adolescentes.
Es precisamente este último punto el que dio origen a los propósitos de la educación pública inicial, la historia es altamente curiosa puesto que debido a la inmigración de personas europeas a los E.E.U.U., es que aumentó la población de éste último, así como los índices de crimen y pobreza se fueron por los cielos, este hecho incomodó mucho a la clase acomodada cuyo visión era mantener los principios de la moralidad y el orden social, por lo que las consecuencias que trajo consigo la heterogeneidad cultural (al mezclarse gente con distintas costumbres, creencias, estilos de vida, etc.) fue un obstáculo que se debía eliminar cuanto antes. Así fue como el crimen y la pobreza, mejor dicho, los pobres se convirtieron en una clase aparte, en el lastre de la sociedad.
-El crimen urbano y la pobreza.
-La heterogeneidad cultural.
-La necesidad de entrenar y disciplinar a una fuerza de trabajo urbana e industrial.
-Las crisis de la juventud en las ciudades del XIX.
-La preocupación paterna por los hijos adolescentes.
Es precisamente este último punto el que dio origen a los propósitos de la educación pública inicial, la historia es altamente curiosa puesto que debido a la inmigración de personas europeas a los E.E.U.U., es que aumentó la población de éste último, así como los índices de crimen y pobreza se fueron por los cielos, este hecho incomodó mucho a la clase acomodada cuyo visión era mantener los principios de la moralidad y el orden social, por lo que las consecuencias que trajo consigo la heterogeneidad cultural (al mezclarse gente con distintas costumbres, creencias, estilos de vida, etc.) fue un obstáculo que se debía eliminar cuanto antes. Así fue como el crimen y la pobreza, mejor dicho, los pobres se convirtieron en una clase aparte, en el lastre de la sociedad.
La solución no podía ser otra más que la instrucción, cuyos objetivos estaban en ese entonces más que claros: convertirse en un entorno alternativo y conjunto superior de modelos adultos, la escuela sería pues, una especie de cárcel, el albergue o refugio barato y formal. En otras palabras entiendo que sería un reformatorio, esa escuela que tanto llegó a criticar Marx por ser “enajenadora de las conciencias” y aunque de alguna forma en este caso pudo tener tintes positivos al intentar acabar con la pobreza e ignorancia, siempre utilizó como medio para su fin, el manejo y manipulación de las mentes y personalidades infantiles-juveniles para modificar la conducta; como anillo al dedo queda pues, que más que escuela era un tipo de policía. Como ya lo decía, las nuevas costumbres de los extranjeros nunca pudieron ser comprendidas por los nacionales, todo lo que era distinto a ellos fue calificado de inmoral o desviado, por lo tanto, era necesario formar a las nuevas generaciones con los estilos de vida “morales” o “correctos” pero esto no podría ser posible si los niños seguían en el mismo ambiente que les proporcionaban sus padres (extranjeros), de esta forma es como las escuelas públicas se convirtieron originalmente en agentes de homogeneización cultural, ya que los infantes fueron aislados de sus hogares para que el objetivo pudiera ser cumplido. En suma, podemos decir que tanto la necesidad de una clase trabajadora disciplinada que sirviera de materia prima para el capitalismo, como la necesidad de acabar con el crimen, la pobreza y lograr la uniformidad cultural fue el motor para el establecimiento de los sistemas de educación; una vez más comprobamos cómo históricamente la educación ha servido como medio para obtener fines que responden a los intereses de la clase o modelo económico-social dominante.
De esta forma es como los promotores de este nuevo sistema de educación pública veían a esta estructura como aquella capaz de servir como modelo para una nueva organización de la sociedad, pretendían transformar con su acción directa e inmediata sobre los niños, los hábitos de pueblos enteros. Pero no todo el camino fue lineal, sino que también hubo críticas sobre todo por parte de las autoridades estatales quienes no estaban de acuerdo con que los comités escolares contrataran a los maestros con criterios vagos y arbitrarios, sino que pretendían que fuera mediante criterios universales. En lo que a estos comités se refiere, hicieron un fuerte llamado de atención a los padres (a quienes tachaban de ignorantes) para que en vez de alentar a los hijos a quedarse en casa, los animaran u obligaran a llegar puntuales y diariamente a la escuela.
Hasta el momento se ha hablado del trayecto que siguió la implantación de la educación a nivel primaria, pero no está de más mencionar cómo es que fue naciendo la necesidad de una educación secundaria. Lo que sucedió es que la llamada crisis de la juventud en el siglo XIX fue aumentando ya que los muchachos de pronto se encontraron sin ocupación alguna y en la total ociosidad, ya que su fuente de su empleó decayó gradualmente y al contrario, la población joven aumentó, lo mismo que la preocupación de los padres por el provenir de sus hijos, más tarde esta fue la motivación más que necesaria para que se estableciera la creación de escuelas secundarias públicas.
De esta forma es como los promotores de este nuevo sistema de educación pública veían a esta estructura como aquella capaz de servir como modelo para una nueva organización de la sociedad, pretendían transformar con su acción directa e inmediata sobre los niños, los hábitos de pueblos enteros. Pero no todo el camino fue lineal, sino que también hubo críticas sobre todo por parte de las autoridades estatales quienes no estaban de acuerdo con que los comités escolares contrataran a los maestros con criterios vagos y arbitrarios, sino que pretendían que fuera mediante criterios universales. En lo que a estos comités se refiere, hicieron un fuerte llamado de atención a los padres (a quienes tachaban de ignorantes) para que en vez de alentar a los hijos a quedarse en casa, los animaran u obligaran a llegar puntuales y diariamente a la escuela.
Hasta el momento se ha hablado del trayecto que siguió la implantación de la educación a nivel primaria, pero no está de más mencionar cómo es que fue naciendo la necesidad de una educación secundaria. Lo que sucedió es que la llamada crisis de la juventud en el siglo XIX fue aumentando ya que los muchachos de pronto se encontraron sin ocupación alguna y en la total ociosidad, ya que su fuente de su empleó decayó gradualmente y al contrario, la población joven aumentó, lo mismo que la preocupación de los padres por el provenir de sus hijos, más tarde esta fue la motivación más que necesaria para que se estableciera la creación de escuelas secundarias públicas.
Los sistemas de educación pública no surgieron como un tratamiento para las mentes de los alumnos, su prioridad nunca fue el cultivo del pensamiento o la intelectualidad, sino como ya se ha venido comentando, lo que se pretendió fue resolver problemas sociales, económicos y políticos del momento, por lo que se trabajó con las actitudes, las personalidades, el carácter, el comportamiento y hábitos de niños y adolescentes. Las escuelas fueron en definitiva, sistemas sociales, económicos y políticos en miniatura, el modelo perfecto para los Estados Unidos, la solución a todos los problemas de esta índole. Estamos hablando quizá, de los orígenes de la educación como un medio, como aquella que moldea conciencias para obtener un fin común, con principios afines a los que el propio Condorcet llegó a plantear para una educación ideal: democrática, universal, laica, obligatoria, gratuita…