domingo, 20 de septiembre de 2009

Daunou

El sistema de instrucción pública instaurado por este pensador es conocido como “Ley Daunou”. Se inspiraba en el proyecto de Condorcet pero así mismo manifestó muchas diferencias respecto a éste:

+Declaró que en cada cantón habría una o varias escuelas primarias (no establecía cuántas), a costa de ello, desaparecería la escuela del pueblo y de la comuna, contemplaba en cambio, que la creación de las escuelas públicas estaba en manos de las buenas intenciones de las autoridades locales.

+La escuela pública no sería obligatoria ni gratuita: el Estado no proporciona más que alojamiento para el instructor y le local para la escuela. El instructor es remunerado mediante una retribución que proporcionan sus alumnos y por ende, su situación es precaria.

+Un punto de relativa coincidencia con respecto al plan de Condorcet era que: la escuela pública debía afrontar la competencia de las escuelas privadas (que era más dura porque éstas podían enseñar el catecismo y las públicas no).

+No previene ningún dispositivo de formación de los maestros, su nivel es mediocre y es raro que sepan escribir correctamente. Por lo que, si la nueva legislación descuidaba la instrucción elemental, le daba valor, por el contrario, a la formación de las nuevas élites de la República.

+Su plan consideraba la instalación en cada departamento, de una “escuela central” (que correspondía a los institutos que enunciaba Condorcet). Este era el único grado de enseñanza por encima de la escuela primaria, por su parte, el plan de estudios, que dejaba una gran libertad de elección a los alumnos, fingía tener un carácter enciclopédico.

+”Las escuelas centrales” no solo fueron pensadas como un hogar de cultura general, sino como una especie de escuelas técnicas. Se consideran como una creación original y ambiciosa, aunque su éxito variaba mucho de un departamento a otro y en cuatro años de existencia, no pudieron comprobar su eficacia.

+Esta “Ley Daunou”, creó el Instituto Nacional de Ciencias y Artes, pero a diferencia del plan de Condorcet, no fungía como inspector o vigilante del todo el resto del sistema. Sus 3 clases eran: ciencias físicas y matemáticas, ciencias morales y políticas, y literatura y bellas artes, que según el autor debían: “borrar por esplendor a todas las academias como los destinos republicanos borran ya las más brillantes épocas de la Francia Monárquica”.

+Por último, un sistema de festividades públicas, que inculcaba al pueblo el arraigo a las instituciones republicanas y a la Gran Nación, completaba este sistema de instrucción.

1 comentario:

  1. Muy interesante la forma en que vas seleccionando y escribiendo las aportaciones de cada pensador.

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